El "Apostolado de la Cruz" es un movimiento espiritual profundamente arraigado en la fe católica que busca difundir el mensaje del amor y la redención de Cristo a través del sufrimiento y la cruz. Inspirados por el impulso del Espíritu Santo, los miembros de este apostolado siguen a Jesucristo como sacerdote y víctima, contemplativo y solidario. Promueven la comunión con Él y colaboran en su misión de salvación para la humanidad.
La naturaleza del Apostolado de la Cruz es inclusiva y abierta a todos los miembros del Pueblo de Dios, independientemente de su estado de vida: laicos, religiosos y ministros ordenados. Fundado en una inspiración divina transmitida a la Sierva de Dios Concepción Cabrera de Armida, este apostolado fue establecido el 3 de mayo de 1895 por Mons. Ramón Ibarra y González, con la colaboración del P. Alberto Mir, sj. Su aprobación por el Papa León XIII el 25 de mayo de 1898 marcó un hito en su historia.
El emblema distintivo del Apostolado de la Cruz es la Cruz del Apostolado, y su clamor de intercesión resuena en la petición de Conchita: "Jesús, Salvador de los hombres, ¡sálvalos!", un reflejo del proyecto de vida del apostolado.
Los miembros del Apostolado de la Cruz viven su compromiso a través de la práctica fundamental de ofrecerse con Jesús sacerdote y víctima, contemplativo y solidario, en medio de las cruces cotidianas y los sufrimientos de la vida. En comunión con el sacrificio de Cristo y para consolar su Sagrado Corazón, hacen de sus vidas una ofrenda sacerdotal en cooperación con el Espíritu Santo para la gloria del Padre y la salvación de la humanidad.
La "Cadena de Amor" es el distintivo modo de vivir el sacerdocio bautismal, una característica central de la Espiritualidad de la Cruz.
Te invitamos a unirte a esta obra de salvación, a través de la espiritualidad de la cruz y el llamado a la consagración en la vida diaria. Todos estamos convidados a participar en este apostolado que honra y glorifica a Dios, mientras colaboramos en la misión redentora de Jesucristo para el mundo.
¡Únete y camina con nosotros en el Apostolado de la Cruz!